1.- Introducción

1.1. Aspectos generales. En el campo de la patología, las enfermedades hereditarias aparecen con escasa incidencia e importancia. Las razones que han llevado a esta situación que hoy día acusan fuerte tendencia a modificarse, son principalmente las siguientes:

1.1.1. Las enfermedades hereditarias eran hasta antes del advenimiento de la ingeniería genética de muy difícil diagnóstico.

1.1.2. Por ello, se trataba, y muchas veces aún se trata, de entidades patológicas mal definidas tanto desde el punto de vista etiológico, fisiopatológico y sintomatológico.

1.1.3. Como consecuencia de los hechos anteriormente expresados representaban enfermedades raras desde el punto de vista de su incidencia.

1.1.4. Mal conocida su etiología y formas de transmisión y sintomatología se transformaban en enfermedades difíciles de curar o simplemente incurables.

1.1.5. Durante diferentes etapas del desarrollo de la patología, las enfermedades infecciosas y parasitarias acaparaban, y con justa razón, la preocupación fundamental de patólogos, y así se reducía la importancia cuali–cuantitativa de las enfermedades hereditarias.

1.1.6. La presencia de un terato no preocupa mayormente a veterinarios, criadores o zootecnistas. Sólo cuando se repite sucesivamente el evento se procede a otorgarle alguna importancia.

1.1.7. La mayoría de los defectos congénitos no son avisados ni a los centros de registro, ni a los centros sanitarios, principalmente por temor a la pérdida de prestigio del hato afectado.

1.1.8. Como lo expresara Leipold (1972), las pocas enfermedades congénitas que se reportan están lejos de corresponder a la verdadera incidencia de ellas, puesto que, de partida, se excluyen todas aquellas que originan infertilidad, muertes embrionarias, muertes fetales, mortalidad perinatal y neonatos inmaduros.

1.2. Significado actual. Sin embargo, el avance de la biología molecular, la bioquímica, la química, la genética microbiana, la enzimología y la virología, entre otras, junto a la trágica experiencia vivida por muchos rebaños de diferentes especies, han originado un vuelco trascendente e interesante en relación al significado, importancia y proyección de las enfermedades hereditarias en el campo de la patología y producción animal. En el hombre, por ejemplo, se conocen en la actualidad más de 4.000 alteraciones del metabolismo, del tejido conjuntivo, de la inmunidad y en este caso particular, las anomalías dicen especial relación con los procesos de fagocitosis. Muchas de estas alteraciones tienen ya determinado con precisión su cartografía genética, es decir, se conocen los cromosomas y el lugar exacto dentro de ellos, en donde se ha producido la mutación (Geigy Scientific Tables, 1986; Gross, 1990; Thiebault y col. 1991). Este solo hecho muestra de manera inconcusa la importancia que están alcanzando las alteraciones de origen hereditario. Ello también es válido, como se podrá concluir de esta exposición, en los animales domésticos. En estos adquieren gran envergadura por las complicaciones que se derivan de una selección rígida y centralmente controlada sobre la base del uso de un número muy escaso de machos; maxime aún, cuando solo se usan criterios productivos de selección, olvidando parámetros reproductivos, inmunológicos, de longevidad, etc. La mayor incidencia e importancia de las enfermedades hereditarias se puede atribuir principalmente a:

1.2.1. El aumento de 105 índices de mutaciones, derivado de un incremento de los mutagénicos ambientales tales como radioactividad, pesticidas, herbicidas, raticidas, xenobióticos y otras substancias químicas, recibidas voluntaria o involuntariamente por el hombre y los animales. RoIlinson (1955) recuerda que estudios realizados en Inglaterra han calculado que una décima de Roentgen que aumente la radioactividad ambiental, origina un aumento del 10% anual de las mutaciones.

1.2.2. El aumento incontrolado de la homocigosis de genes recesivos deletéreos. Se ha despreciado la importancia de la diseminación de este tipo de genes. Especialmente si se tiene en cuenta que una inmensa mayoría de las alteraciones hereditarias se transmite por genes recesivos. Son muchas las observaciones que muestran que este tipo de enfermedades en bovinos sólo afloran como peligrosas 30–50 años de aparecido el primer portador homocigoto (Diaz 1979; Diaz 1981; Lagerlof 1961; Gustavsson 1969; Leibold 1992), y cuando la enfermedad muestra una alta frecuencia, es tarde para luchar contra ella, especialmente porque su control o erradicación, a fuer de ser imprescindible, se transforma en oneroso. Es ideal iniciar la lucha contra ellas tan pronto se conozcan los primeros diagnósticos de la enfermedad. Los modernos métodos de diagnóstico que entrega la biología molecular y la ingeniería genética, son un avance enorme que es necesario utilizar, pese a sus costos.

1.2.3. Intimamente relacionado con el punto anterior han jugado un rol trascendente en la propagación de las enfermedades hereditarias los criterios de selección, usados por muchos genetistas y zootecnistas, en el sentido de entregar un valor de paradigma a los parámetros productivos, despreciando todo otro padrón de selección.

1.2.4. El perfeccionamiento de los métodos de diagnóstico, especialmente en lo que dice relación con los avances tecnológicos en el campo de la biología molecular y la ingeniería genética.

1.3. Medicina veterinaria y heredopatología. Como una manera de reafirmar la preocupación que la profesión médicoveterinaria debe dar a estas enfermedades, es de interés recordar, los pensamientos que a este respecto, han expresado algunos distinguidos investigadores:

1.3.1. Leipold (1972) habla de apatía negligente para enfrentar estas enfermedades.

1.3.2. Bruere (1974) llama a la cooperación internacional en interés del futuro desarrollo de la genética poblacional de los animales domésticos.

1.3.3. Young (1974) expresa que muchos de los problemas en relación al control de las enfermedades hereditarias de los animales domésticos, derivan de la falta de conocimientos adecuados en genética de los médicos veterinarios.

1.3.4. Jolly (1973) se trata de cuidar el destino de las próximas generaciones.

1.3.5. Queinnec (1975) no se puede olvidar que se trata de defender un bien internacional común.

En resumen se puede expresar que aunque se trata de un campo antiguo, no ha sido, hasta hoy, tratado por la medicina veterinaria con la seriedad y la importancia a que el tema obliga. Por ello se tratará aquí de entregar informaciones básicas y generales que se consideran necesarias para enfrentar y controlar los peligros que cierne sobre la ganadería mundial a través de la diseminación de las enfermedades hereditarias.

2. Conceptos básicos, terminología y sus definiciones

2.1. Aspectos generales. El propósito fundamental de este capítulo es reunir y resumir definiciones y conceptos básicos y terminología que deberán transformarse en elementos de uso corriente en esta disciplina y, que además, de su importancia teórico conceptual, serán imprescindible manejar en la lucha por el control y erradicación de las enfermedades hereditarias.

Desde un punto de vista general con referencia a la medicina veterinaria, la genética se puede dividir en dos grandes campos:

2.1.1. Genética ganadera que se ocupa de los caracteres productivos y de forma de los animales domésticos: tamaño, color, producción de leche, lana, carne, calidad de los mismos productos, rusticidad, fertilidad, resistencia a las enfermedades, capacidad de adaptación, etc. En otros animales: velocidad, resistencia, docilidad e inteligencia. Esta rama de la genética ha sido una herramienta clave, se puede decir la viga maestra, para el avance de producción alcanzado en bovinos, cerdos, ovinos, caprinos y aves. Hoy día, sin embargo, está sufriendo los fuertes embates de la biología molecular y de la ingeniería genética, para transformarse en una ciencia que deje de usaren la selección parámetros estadísticos mal definidos, para ocupar parámetros sustentados en el verdadero patrimonio hereditario y perfectamente bien definidos, según el avance de la cartografía genética.

2.1.2. Genética médico veterinaria que estudia las causas y modalidades de presentación y formas de trasmision de las enfermedades de origen hereditario. También se le conoce como patogenética veterinaria. Nosotros proponemos que se le denomine simplemente heredopatología, porque es un término más amplio y no se confunde con una disciplina que sólo estudie las enfermedades hereditarias originadas por genes.

A su vez la heredopatología se puede dividir en las siguientes disciplinas:

2.1.2.1. Heredopatología del desarrollo que estudia las alteraciones tales como anomalías morfológicas congénitas, es decir, aquellas alteraciones que existen al nacimiento generalmente malformaciones o deformaciones.

2.1.2.2. Heredopatología de las alteraciones metabólicas y funcionales, entre ellas, enzimopatías hereditarias, anomalías hormonales, de las proteínas sanguíneas y de la inmunidad.

2.1.2.3. Heredopatología de los trastornos conductuales, nos referimos a vicios y agresividad, entre otros.

2.1.2.4. Heredopatología farmacológica que estudia la influencia de la herencia patológica sobre las respuestas del organismo a los medicamentos.

2.1.2.5. Heredopatología inmunogénica que se ocupa de la influencia de la herencia anormal a la respuesta inmune.

2.1.2.6. Heredopatología de la reproducción que estudia las anormalidades hereditarias que afectan el aparato reproductivo de hembras y machos, así como todos los cuadros de origen hereditarios que cursan con esterilidad, subfertilidad o infertilidad.

2.1.2.7. Heredopatología cromosómica que estudia las alteraciones de los cromosomas que originan enfermedades.

2.2. Clasificación terminológica. Según Rousseaux (1988) se deben distinguir conceptualmente tres términos:

2.2.1. Congénito que sólo denota una condición anormal existente en el momento de nacer. Son anormalidades de estructura presentes en el nacimiento.

2.2.2. Alteraciones genéticas, implica que depende de las unidades hereditarias, los genes, para contrastarlo de las ambientales.

2.2.3. Alteraciones hereditarias, que corresponden a defectos genéticos que se trasmiten de generación en generación.

2.3. Clasificación fisio–estructural: desde este punto de vista las alteraciones hereditarias se dividen:

2.3.1. Mutaciones cromosómicas que afectan la estructura de los cromosomas y originan:

2.3.1.1. Deleción o deficiencia que corresponde a la pérdida de un segmento del cromosoma que se traduce por tanto en pérdida de información genética.

2.3.1.2. Duplicación, como el nombre lo indica se refiere a la doble presencia de un segmento del cromosoma.

2.3.1.3. Inversión se trata de un cambio estructural a consecuencia de la ruptura de un cromosoma en dos puntos, seguida de una rotación del segmento en 180º y soldadura en esta nueva posición. Si el centrómero no se encuentra ubicado en el segmento invertido, se habla de inversión paracéntrica y si lo estuviera, se trata de una inversión pericéntrica.

2.3.1.4. Translocación es el intercambio de segmentos entre 2 cromosomas no homólogos. Puede tratarse de translocación recíproca cuando un segmento del cromosoma A se intercambia con uno de cromosoma B, y a su vez un segmento del cromosoma B se intercambia con otro segmento del cromosoma A; translocación robertsoniana o centrómera es una translocación recíproca a nivel del centrómero, seguida de una fusión céntrica; translocación en tamdem se produce cuando dos segmentos de cada cromosomas se intercambian.

2.3.2. Alteraciones cromosómicas de número

2.3.2.1. Aneuploidia. Se refiere a alteraciones numéricas de cromosomas que afectan a un solo par de cromosomas. Desde este punto existen:

Monosomias, que corresponden a la falta de 1 cromosoma de la pareja o cerosomías cuando faltan ambos.

Hiperploidias que se refiere a los cromosomas supernumerarios de la pareja, que pueden tratarse de triploidias, tetraploidias, etc.

2.3.2.2. Poliploidias, en este caso se trata que un individuo o una célula poseen más de dos juegos cromosómicos. Se produce cuando más de un espermio penetra al óvulo durante la fecundación.

2.3.3. Mixoploidias. Otro tipo de alteraciones cromosómicas.

2.3.3.1. Mosaicismo se refiere a que una proporcion de células en los tejidos de los descendientes contienen un complemento cromosómico diferente que el resto de las células del animal. Se origina como un accidente postcigótico, en donde por lo general se pierde un cromosoma durante la mitosis.

2.3.3.2. Quimerismo, esta anomalía corresponde a un individuo con población de células de diferentes cariotipos. Resulta generalmente del implante de células de un mellizo en otro.

Corresponde a una mezcla de tejidos de diferente constitución genética en un mismo tejido del organismo.

2.3.3.3. Intersexos, muchas alteraciones de los cromosomas sexuales de número o estructura originan diferentes tipos de intersexos.

2.3.4. Mutaciones de genes. Para clasificar las mutaciones génicas, o mejor, las anomalías originadas portales mutaciones, se usan por lo general, 3 criterios y/o combinaciones de ellos:

2.3.4.1. Forma de control hereditario de la anomalía.

–Monogénicas o monohíbridas. –Poligénicas o polihíbridas.

La inmensa mayoría de las anomalías o factores letales de los animales domésticos son de trasmisión monogénica. Además como factores mendelianos pueden ser dominantes y recesivos, en este caso, la mayoría corresponde sin ninguna duda a genes recesivos.

Siguiendo con aspectos relacionados con su carácter mendeliano, es preciso no olvidar que la penetrancia es un factor decisivo, en la trasmisión, presentación y control de las enfermedades génicas. Se entiende por penetrancia o penetración la relación que existe entre los individuos portadores del gen que presentan la enfermedad y aquellos que siendo portadores no la presentan.

Se trata de una relación entre fenotípicamente enfermos y genotípicamente portadores, y ello, expresado porcentualmente.

También la expresión del gen juega en estas anomalías un papel fundamental. Se entiende por expresión el conjunto de procesos moleculares que dirigen la realización o presentación de las características de un gen en el individuo.

Desde el punto de vista de la penetrancia las anomalías génicas se clasifican como letales cuando acusan 100% de penetrancia; si esta fluctúa entre 50–992 se le denomina factores semi–letales; si es menor que 502 se denominan sub–vitales o condicionales (Hebel, 1989).

Las características englobadas en este acápite forma la base del carácter peligrosamente insidioso de las alteraciones génicas.

2.3.4.2. Según sistemas y órganos afectados (Johansson, 1965: Leipold, 1972; Queinnec, 1975; Rousseaux et al, 1988; Díaz, 1981)

–Piel –Sistema Oseo –Sistema Muscular –Sistema Nervioso –Sistema Cardiovascular–Sanguíneo –Sistema Linfático –Sistema Digestivo –Sistema Reproductivo –Sistema Inmunológico

2.3.4.3. Según especie y orden de descripción o descubrimiento:

Lerner (1944) propone que se designe con una letra mayúscula la especie y se agrega un número que corresponde al orden cronológico del descubrimiento. La convención indica:

A   : Bovinos B   : Equinos C   : Suinos D   : Ovinos E   : Gallináceas F   : Pavo G  : Felino H  : Palomo

Este criterio ha sido respetado en sus clasificaciones por Stormant (1958); Wiesser (1974); Bogart (1962); Lauvergne (1968); Hebel (1989).

Podría intentarse reunir estos criterios en una sola clasificación. Empero lo cierto es que aunque es necesario mantener un catálogo de enfermedades hereditarias por especie, el avance que ellas están adquiriendo, como consecuencia de los nuevos métodos de diagnóstico, obliga a agregar de manera cuidadosa, pero no mezquina, anual o bienalmente, enfermedades en cada catálogo.

En este momento la mayoría de las nuevas alteraciones dicen referencia a anomalías del sistema inmunológico, sanguíneo y metabólico.

3. Carácter insidioso y su relación con las formas de transmisión y los peligros de siseminación grave

Se puede expresar que el caracter insidioso de las enfermedades hereditarias, marcan de manera especial, los graves peligros de la diseminación de tales afecciones. Si se tiene presente que el genoma portador de una enfermedad genética dominante con penetración y expresión completa o absoluta desaparece, aquel que no acusa estas características, aún no siendo dominante, continúa esparciéndose en los rebaños; ello nos indica palmariamente la gravedad, que por demás, se ha demostrado en la práctica. Para corroborar lo indicado, es suficiente recordar algunos ejemplos que obligan, incluso a los mas escépticos, a expresar un téngase presente frente a las alteraciones genéticas:

La distribución mundial de la traslocación cromosómica 1/29 en bovinos que ha sido descrita en los 5 continentes y que según Popescu (1990) y Popescu y col. (1991) acumula 231 publicaciones científicas y obliga a aceptar que las hembras heterocigotas acusan 10% menos fertilidad que sus contemporáneas. En Suecia se ha calculado que la alteración significa una pérdida para los productores de aproximadamente 250.000 dolares por año. En Suecia se eliminaron todos los toros portadores de los centros de I.A. Como consecuencia de estos estudios en muchos países europeos se ha puesto en práctica un metodo de erradicación y un control citogenético de los animales importados (Popescu, 1990).

– La descripción en el cerdo de más de una treintena de las translocaciones recíprocas, cuyos efectos sobre la fertilidad son más graves que en los bovinos, puesto que la disminución fluctúa entre 25% y la esterilidad total (Popescu y col. 1988; Popescu, 1990) originando pérdidas económicas cuantiosas.

– La presencia en el 47% de los caballos árabes de USA del CID, inmunodeficiencia combinada, debido a lo cual los potrillos son incapaces o encuentran muy disminuída la función productora de anticuerpos y pierden las defensas imprescindibles para luchar contra los agentes infecciosos. El CID corresponde a la mutación de un gen y su elevada distribución pone el peligro la existencia de la raza en USA.

– La presencia del factor XI en bovinos, mutación génica que produce alteraciones de la coagulación en esta especie, similares a la hemofilia humana y muchos de los portadores homocigotos mueren, generalmente antes de los dos años, sin diagnóstico preciso.

– La presencia del Blad en ganado bovino derivada de una mutación genética que origina una granulocitopatía, denominada deficiencia de adhesión de los leucocitos bovinos (sigla en ingles BLAD). Se trata de inmunodeficiencia mortal y debido a lo cual los animales mueren inexorablemente entre los 2–6 meses de edad, aunque se han descrito algunos casos de supervivencia hasta 24 meses.

Es de interés destacar aquí las alteraciones de la morfología espermática tales como Dag–defect, acrosoma persistente, cola en muñón, alteraciones del tracto intermedio, etc; algunas de las cuales han hecho estragos en algunos rebaños, y aún países. En la esfera reproductiva son muchas las alteraciones genéticas de importancia.

El carácter insidioso dice referencia al hecho que las enfermedades hereditarias permanecen escondidas largo tiempo en razas y especies. Ello le quita el carácter dramático de otras afecciones. El hecho que en la mayoría de las anomalías tan sólo los homocigotos de penetrancia y expresividad completa presenten la enfermedad, ayuda a exacerbar este carácter insidioso. Debido a ello y siempre relacionado con reproductores que muestran parámetros productivos sobresalientes, se distribuyen masivamente los heterocigotos en la población. Se llega a un momento en que es prácticamente imposible evitar el cruzamiento interheterocigoto, y este cruzamiento entre heterocigóticos origina:

–25% de enfermos –50% de portadores heterocigóticos –25% de sanos

La reproducción de un heterocigoto deletéreo significa contaminar de partida genéticamente 50% de su descendencia. Por lo tanto, a la postre y siempre, se está difundiendo la enfermedad a mediano y largo plazo.

El carácter insidioso de las enfermedades hereditarias, además, de la determinación que le entregan la recesividad, la penetración y la expresividad, está también influido por características como la pleiotropia y la sobredominancia. Son muchas las enfermedades hereditarias que se han difundido como consecuencia de relaciones de pleiotropía y sobredominancia con caracteres productivos.

A la luz de estos conocimientos y de lo acaecido en las tres últimas décadas es un grave peligro la difusión de genes deletéreos de cualquier tipo. Ahora, hacerlo de manera consciente y sistemática, es simplemente un crimen de lesa humanidad, lesa ecología y lesa genética. Lamentablemente el negocio mal entendido y fácil ha llevado a algún seudo profesional y seudo científico a embair o embaucara ganaderos y lamentablemente a veces también a gobiernos, buscando maleficios que a la postre traerán serios problemas a la ganadería.

Una de las preocupaciones fundamentales de la heredopatología es tener el conocimiento más acabado posible de la incidencia de factores deletéreos y conocer las características de su trasmisión de una generación a otra. Para ello, lo que corrientemente se hace, es determinar en una muestra estadísticamente representativa, la incidencia del gen deletéreo y posteriormente proyectarlo a la población de acuerdo a una metología ad–hoc.

4. Diagnóstico

En este sentido es necesario analizar cuatro aspectos:

4.1. Diagnóstico de las anomalías cromosómicas. Se realiza estudiando el cariotipo de cada especie, generalmente por intermedio del cultivo de leucocitos, en base a lo que se denomina técnicas en bandas, que originan presencia de claros y sombras siempre iguales para un cromosoma dado. Ello permite aparear cromosomas homólogos e identificar las anomalías de número o estructuras de las cromosomas (Popescu, 1991).

La técnica está muy desarrollada y evoluciona constantemente, entregando un alto grado de seguridad en el diagnóstico.

4.2. Diagnóstico de las anomalías génicas.

4.2.1. Métodos clásicos para diagnósticos de genes recesivos. Uno de los problemas que acusan estos métodos dice referencia con las dificultades de las informaciones y denuncias que originan sospechas de las existencias de genes deletéreos.

Es necesario recurrir a:

4.2.1.1. Análisis genealógico. Frente a la sospecha de alteraciones genéticas se procede a realizar un análisis genealógico que permitirá distinguir los ascendientes y por tanto las líneas familiares afectadas. Se marcan así los ejemplares presumiblemente enfermos para continuar con las otras etapas del diagnóstico. Se puede calcular un estudio preliminar de la incidencia del cien.

4.2.1.2. Cruzamientos especiales para el diagnóstico.

4.2.1.2.1. Cruzamiento de padres con hijas. Permite reconocer la presencia de genes recesivos por intermedio de la proporción de frecuencia de homocigotos enfermos. En este caso si se trata de un portador del gen, el 50% de sus hijos lo serán. El número de cruzamientos fértiles que se necesitan para asegurar el diagnóstico depende de cada especie.

4.2.1.2.2. Cruzamiento entre heterocigotos. Se trata en este caso de cruzar un macho heterocigoto conocido con hembras de la misma condición. El 25% de los descendientes serán homocigotos enfermos y el 50% heterocigotos portadores.

4.3. Diagnóstico en base a sondas de DNA. Se trata de moléculas recombinadas de DNA que se utilizan para la realización de métodos de diagnóstico genéticos de alta precisión. Una sonda de DNA se compone de un vector al cual se le integra una secuencia de esta naturaleza, puede ser, por ejemplo, un trozo de génoma de virus o una secuencia de un cromosoma eucariota, que sólo existen en esos organismos, y ello otorga, una absoluta especificidad para especies y cromosomas. Si en el material biológico que se examina existe una secuencia idéntica a la sonda de DNA, esta se ligará por acoplamiento homólogo.

De esta manera se obtienen moléculas híbridas de tipo DNA – DNA o bien DNA – RNA, las cuales pueden ser analizadas auto–radiográfica/inmunológica y enzimáticamente.

4.4. Diagnóstico prenatal de las enfermedades hereditarias. Si bien es cierto que estos métodos se han desarrollado y se están aplicando en la especie humana, todos se pueden aplicar en diferentes especies animales.

La clasificación siguiente corresponde a Plachat y Popescu, 1991.

4.4.1. Métodos de diagnóstico directo.

4.4.1.1. Amniocentesis. Se realiza en la mujer a las 17 semanas de la amenorrea bajo ecografía, el riesgo de aborto es inferior al 0,5%. El cariotipo se obtiene después de tres semanas de cultivo de las células fetales.

4.4.1.2. Perspectivas de diagnóstico en el embrión antes de la implantación. El desarrollo de técnicas especiales permiten considerar la realización de diagnóstico de anomalías hereditarias del embrión, como asimismo la identificación del sexo antes de la implantación.

4.4.2. Metodos de diagnóstico indirectos.

4.4.2.1. Sonografía. Estudios realizados han permitido demostrar que en los abortos espontáneos de la especie humana existe una correlación entre cariotipo y fenotipo. Ello ha permitido por intermedio de la sonografía detectar eventuales anomalías. Las características sonográficas diferenciales se están recién estudiando en algunas especies.

4.4.2.2. Marcadores biológicos. Se han descubierto ciertos marcadores biológicos correlacionados con anomalías cromosómicas. Su interés reside en que pueden descubrir precozmente la anomalía y pueden ser utilizados durante toda la preñez. Es decir, son sustancias que acusan anormalidades cuando el feto es portador de alguna anomalía cromosómica. Así, por ejemplo, en el hombre existe una relación entre la trisomía del cromosoma 21 y los niveles alfabetaproteína en el suero de la madre. También la gonadotrofina coriónica muestra tasas elevadas en el suero de portadores de la misma alteración. Según Plachat y col. (1991) en la mujer la combinación de estas dos pruebas y la sonografía podría diagnosticar eventuales anomalías cromosómicas con alto grado de confiabilidad.

5. Control y erradicación

Previo al desarrollo de este capítulo es necesario exponer ideas, a nuestro modo de sentir, que son básicas para la evolución que deben tener los sistemas, métodos y modelos de control y erradicación de las enfermedades hereditarias en un futuro próximo.

5.1. Seguir las concepciones de Queinnec (1975) en el sentido que a las enfermedades hereditarias se le deben tratar con todos los conceptos, términos y métodos de la epidemiología clásica, partiendo por hablar de epidemiología hereditaria animal. Este aspecto es básico para que médicos veterinarios, técnicos pecuarios, burócratas de la agricultura y ganaderos entiendan que las enfermedades hereditarias deben tener igual tratamiento que el de las enfermedades infecto–contagiosas.

Desde el momento en que en cada país se adopte tal medida, aparecerán las panzootias, enzootias, agentes patógenos, anazootias hereditarias y se les prodigará el tratamiento de control que siempre debió haberle correspondido. Por este camino deberán aparecer listas de enfermedades hereditarias de declaración obligatoria y normas básicas para la vigilancia epidemiológica de las enfermedades hereditarias. También, es claro que adaptar leyes, principios y conceptos de la epidemiología a las enfermedades hereditarias, no es una mera transpolación, es necesario la presencia de estudios de alta especialidad.

5.2. Un segundo aspecto se refiere a la necesidad de crear conciencia a nivel de los profesionales, de la importancia que tienen para hoy y especialmente para mañana las enfermedades hereditarias. Es imprescindible luchar para que se piense en 20– 30 y 50 años, en un siglo y no sólo en el hoy o un plazo extremadamente breve; los problemas de nuestra inconciencia de hoy frente a las panzootias o enzootias hereditarias afectarán violentamente a la ganaderia dentro de los próximos 30–50 años. Todo lo alcanzado a nivel científico, técnico y profesional debe ser trasladado a los niveles gubernamentales de decisión.

5.3. Criterios de selección

Un tercer aspecto dice referencia al hecho que sigue siendo muy común la selección de reproductores machos, teniendo en cuenta tan sólo parámetros productivos y dejando de lado algunos tan importantes como la fertilidad, resistencia a las enfermedades y longevidad. Esta concepción absolutista y unilateral de selección es responsable de la distribución de muchas alteraciones hereditarias.

5.4. Ideas para los estudios y aplicación sobre el control y erradicación de las enfermedades hereditarias

5.4.1. Aspectos generales. En primer lugar no hay duda que la mejor manera de enfocar el problema de control de las enfermedades hereditarias es bajo en programa sanitario nacional, necesariamente relacionado con otros planes nacionales para permitir un control internacional que evite la propagación de estas enfermedades. Un país sólo, aisladamente, es poco lo que puede conseguir. Es necesario una cooperación internacional para tener éxito en este campo.

Existen conocimientos y verdades científicas suficientes para llevar adelante una campaña promisoria con relación a la lucha contra las enfermedades hereditarias. Empero, es necesario, comprender que las diferencias respecto a como se deben llevar a la práctica la aplicación de tales conocimientos, no se pueden entender como diferencias de juicios de valores, sino como diferencia de juicios morales éticos. La referencia tiene el propósito de aclarar algunos criterios en boga con relación al uso de semen de animales portadores de genes deletéreos.

5.4.1.1. Uso y venta de semen de toros portadores con indicación en catálogos. Al margen de todas las concepciones de economía libre, creo que se deben prohibir, por lo menos en los países importadores de semen así deben hacerlo. Si se hiciera un análisis estadístico de que por ciento y que cantidad absoluta de semen de tal calidad se vende en los países exportadores de semen, se llegaría a la conclusion que ellos son principalmente producto de exportación para países 'polulables'.

5.4.1.2. Importar semen sólo de toros con cariotipos normales. Varios son los países que ya cumplen con esta condición y desde muchos años. La experiencia internacional resumida en más de 230 trabajos científicos no permiten dudas respecto al efecto negativo que los portadores heterocigotos de la translocación 1/29 tienen sobre la fertilidad. Por ello, es difícil entender el que no se tome esta medida de vigilancia epidemiológica y hereditaria, menos aún saber de oposiciones a su aplicación.

5.4.1.3. Otros aspectos. Muchos y muy diferentes son los tipos de anomalías o características de normalidad que aparecen muy bien descritas en los catálogos y sobre las cuales es necesario tener precauciones. Se puede citar en este sentido el perímetro testicular, aparecen muchos toros con valores igual o menor que la media de su raza, su precio es muy barato. Se debiera reglamentar su importación. Ello puede conllevar una hipoplasia genital que incluso puede ser hereditaria, en Chile se ha observado en las razas Hereford y Limousin.

5.4.1.4. Aspectos éticos. Si se tiene en cuenta lo acaecido en las últimas décadas en relación a la diseminacion alcanzada por algunas enfermedades hereditarias en bovinos, suinos y equinos, aflora como elemental que es necesario conseguir una modificación de criterios, y para ello, es imprescindible apelar a la ética, recurrir a la integridad y honestidad profesional que permita respetar la verdad más allá o más acá del simple negocio. Entender que no es lo mismo vender mas barato chalecos de lana con un par de puntos 'idos' que semen de reproductores portadores de alteraciones hereditarias. Un comité 'ético interdisciplinario' puede ser un primer paso para ayudar en este sentido.

5.5. Ideas básicas para un programa de control y erradicación de las enfermedades hereditarias

5.5.1. Consideraciones previas. Previo al diseño y a la aplicación de cualquier programa de control o erradicación se debe estudiar profundamente la experiencia con respecto a muchos aspectos relacionados con el tema tienen países como Suecia, Holanda, Francia, Dinamarca y Finlandia. Desaprovechar dichas experiencias significó no sólo perder un tiempo precioso, sino, además, desperdiciar conocimientos científicos y tecnológicos ya avalados por la práctica.

Otro aspecto que es necesario dilucidar antes de estudiar y diseñar un programa, es definir los límites de esta tarea. En tal sentido sera previo decidir si el programa dirá relación tan sólo a la contraselección para enfermedades, o si se incluirá como parte de un programa general de mejora y desarrollo de la ganadería.

5.5.2. Tipo de controles y su importancia.

5.5.2.1. Aspectos Generales. Uno de los aspectos más trascendentes para la adecuada aplicación de cualquier programa de control dice referencia con la elección de los parámetros a usar, como asimismo, a su manera de selección y procesamiento. La existencia de un adecuado, claro y preciso sistema de control estadístico, es piedra angular para obtener buenos resultados en la aplicación de cualquier programa de control y erradicación. Tal control estadístico debe servir para comparar resultados del programa a través del tiempo, de manera objetiva y si fuera posible a nivel internacional. Se debe buscar un equilibrio funcional entre cantidad y calidad de los cartabones a utilizar. Todos los parámetros cuantitativos que se usen deben ser sometidos a una descripción estadística, por lo menos una vez al año. Conocer los parámetros de posición y dispersión es fundamental para comprender los éxitos o fracasos del programa.

No hay duda que en la selección de reproductores se realiza de manera indirecta y hasta tangencial una contraselección para esterilidad y subfertilidad, como asimismo, selección para fertilidad. Empero, el problema que se origina dice relación, a los valores relativos y absolutos que se dan a algún parámetro en el momento de autorizar el uso del semen, y muy especialmente, el banco de semen de reserva o secundario que se tiene para la exportación. De esta reserva hacen uso casi exclusivamente los pobres países en desarrollo.

El problema más complicado en la selección de semen a usar, dice referencia con el hecho que muchas alteraciones hereditarias se presentan en la edad adulta, 4–5 años de vida en los toros y después de los 12 meses en los cerdos; entre ellos se tiene por ejemplo el Dag–defect en estas especies (Díaz, 1979; 1980; 1981). Es por ello, entre otras causas, que desde hace bastante tiempo proponen realizar una preselección y posteriormente una selección de los reproductores. En Alemania, Aehnelt y col, 1962, propone que la primera selección se haga en base a pedigree, antecedentes anamnésicos y examen clínico genital; la segunda en relación a la fertilidad potencial y real de cada reproductor.

En Francia, Thibier y col., 1972, propone las siguientes etapas en la selección de los reproductores bovinos:

– Pre–púber (3–5 meses). Determinación de cariotipos y grupos sanguíneos, – Púber (9–15 meses). Control de la líbido, hormonas, semen y medidas testiculares, – Adultos (4–5 años). Control de la fertilidad de sus descendientes.

Thibier y col. (1972) nos ayuda a poner el dedo en la llaga; estas son la mismas exigencias, que como importadores de semen, podemos pedir, si no queremos ser invadidos por semen de peligrosa calidad.

Exigir explicitamente lo expuesto por el autor francés, es mínimo y fácil; con respecto al examen de semen que cada centro realiza para cada eyaculado, exigir por lo menos dos veces al año un espermiograma completo. Estas exigencias permitirán distinguir entre importadores de semen y traficantes de semen.

5.5.2.2. Aspectos específicos de los controles. Para desarrollar un programa de control y/o erradicación de una enfemedad hereditaria es necesario tener en cuenta:

5.5.2.2.1. Se debe conocer la incidencia de heterocigotos en el país.

5.5.2.2.2. Conocer la incidencia por zonas.

5.5.2.2.3. Conocer la incidencia por predio o unidad de explotación.

5.5.2.2.4. Se debe diseñar una estrategia específica para cada anomalía hereditaria.

5.5.2.2.5. Diferencia de metas según incidencia inicial.

5.5.3. Métodos de diagnóstico. En capítulos anteriores se ha abordado este problema, aquí se trata de hacer referencia a los métodos actuales y las características y la importancia que tienen para el éxito de un programa.

5.5.3.1. Es clave el diagnóstico específico que hoy día es posible gracias al uso de los análisis de polimorfismo de longitud de fragmentos de restrinción o por los oligonucleótidos alélicos específicos, que son en el fondo uso de sondas genéticas o sondas de DNA.

5.5.3.2. El avance de la cartografía genética en cada especie ayudará en el futuro de manera evidente al diagnóstico de las enfermedades derivadas de alteraciones génicas por intermedio de sondas de DNA.

5.5.3.3. Los catálogos deben divulgar en forma destacada todas las alteraciones, también las cromosómicas. Sin embargo, los países importadores de semen, es decir, en desarrollo, se deben abstener de comprar semen con anomalías génicas, cromosómicas y, además deben exigir exámenes completos de semen de los reproductores a usar. Respetar el Consejo genético de Pinnheira (1991) en Brasil cuando expresa: nunca use un animal portador ni su semen.

5.5.4. Otros aspectos.

5.5.4.1. El control de enfermedades hereditarias es una herramienta precisa de la profesión médico–veterinaria para dirigir la producción animal, especialmente pensando en los errores que otras han cometido con criterios subjetivos y unilaterales.

5.5.4.2. La dirección de la medicina veterinaria en este campo no elimina la necesidad de un trabajo interdisciplinario, en donde por lo menos deben actuar patólogos, genetistas, epidemiólogos, bio–químicos, bio–estadistas.

5.5.4.3. Es ideal que los criterios de selección sean amplios y se refieran a producción, fertilidad, resistencia de las enfermedades y longevidad.

6. Resumen y consideraciones finales

6.1. Los peligros que se ciernen sobre la ganadería mundial como consecuencia de las enfermedades hereditarias, sean estas de origen cromosómico o génico están claramente avalados por la ciencia y por la práctica.

6.2. No se puede olvidar que su control es el único camino para cuidar el desarrollo del mejoramiento genético de futuras generaciones ganaderas. Tampoco se debe olvidar que se trata de defender un bien internacional común.

6.3. Que ha conspirado en la lucha contra estas enfermedades el carácter insidioso de las alteraciones, originado por su recesividad, penetrancia y expresividad incompletas, como asimismo, por criterios unilaterales de selección.

6.4. La falta de criterios claros de los países importadores de semen para prohibir o controlar muy cuidadosamente la introducción de semen portador de deletéreos. En este sentido recordar que el uso de un macho recesivo a un gen deletéreo significa infectar genéticamente el 50% de su descendencia.

6.5. Que otro factor coadyudante de la diseminación de genes y cromosomas deletéreos ha sido las dificultades de diagnóstico. Ese problema está fuertemente mejorado con las técnicas de sonda de ADN y para los cromosomas el análisis cariotípico.

6.6. Se ha observado una distribución mundial peligrosa de algunas alteraciones tales como: traslocación 1/29 en bovinos, por lo menos 30–35 anomalías cromosómicas graves en cerdos; BLAD en bovinos; Factor XI en bovinos; CID en equinos; y diferentes alteraciones del aparato reproductivo: Dagdefect (bovinos y cerdos) colas rudimentarias de los espermios; Acromosoma persistente; enfermedad de las vaquillas blancas; enanismo; etc.

6.7. Para la lucha contra estas enfermedades es necesario diseñar un programa nacional que defina la estrategia, los planes y los controles. Se deben también aplicar las leyes, métodos y conceptos de la epidemiología. Además, listas de enfermedades a declarar obligatoriamente.

6.8. Es imprescindible complementar éstas medidas e ideas con un llamado a la ética profesional, especialmente apelara la integridad y honestidad profesional.

6.9. Los países importadores de semen se deben abstener de la importación de semen o reproductores portadores.

6.10. Creación de asociaciones profesionales destinadas a difundir estas ideas y a luchar contra la difusion de enfermedades hereditarias de los animales domésticos.

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